—¿Por qué fallaron la misión, inútiles?
—Eh... verá, Señor Oscuro... fue culpa del elfo... y del dragón... ¡y de la humedad!
En ¡Sí, Señor Oscuro!, te ponés en la piel de un lacayo cobarde y traicionero, recién vuelto de una misión que claramente salió como el orto.
Y ahora te toca improvisar excusas ridículas para convencer al terrible y temible Rigor Mortis, el Genio del Mal™… de que no fue tu culpa.
Spoiler: lo fue.
Un jugador hace de Señor Oscuro (pone la voz grave, si puede).
Los demás son sus sirvientes fracasados que intentan zafar del castigo.
Usás las cartas para inventar excusas: cuanto más ridículas, mejor.
Si tartamudeás, dudás o echás la culpa sin estilo...
👉 el Señor Oscuro te fulmina con su mirada de odio eterno.
Es como un ejercicio de teatro improvisado… pero con capas, dragones y mucha maldad.
Grupos con alma dramática (o ganas de reírse fuerte)
De 4 a 7 jugadores (ideal para jugar con vino o pociones mágicas)
Partidas de 30 a 45 minutos, o hasta que el Señor Oscuro se canse y empiece a eliminar a todos sin motivo.
Ponete en personaje, hablá con voz de villano y acusá a tus compañeros con descaro.
En este juego se premia la creatividad y el caradurismo, no la lógica.
(La lógica está prohibida. Por orden de Rigor Mortis).
